Inicialmente, el frente interpartidista de oposición al gobierno del general Rojas Pinilla tomó la denominación de Frente Civil. Nombre que debió cambiarse, a la caída de Rojas el 10 de mayo de 1957, por el de Frente Nacional para despejar la idea de que se trataba de una coalición contraria a las Fuerzas Armadas. Sobre todo, desde que se tomó la decisión de juzgar solamente a Rojas
La ausencia del discurso político real y de las funciones de los partidos como opositores y fiscalizadores de las políticas de Estado, hace que el respeto por la política como actividad real se pierda por parte de los ciudadanos comunes y corrientes. La política tradicional se convierte en el imperativo, logrando que los dos partidos "reales" sean los dueños del Estado y se repartan los cargos y los frutos de su trabajo.
La expresión se convierte en colores azul o rojo, y la que no lo sea no existe; debe concentrarse en el fuero interno.
El afán de recuperar el control de la sociedad y la nación hace que el país se convierta en un matrimonio de partidos, cimentado en la reforma constitucional de 1957, que marca la forma de hacer comunicación y de emitir la información.
La propaganda política se convierte en una compra de votos para lograr clientes que voten por los candidatos, todo gracias al abstencionismo electoral.
A raíz del inicio del Frente Nacional, Colombia busca venderse como el país y la sociedad ideal , que desarrolla casi completamente una estabilidad política; esto en comparación con lo que sucedía anteriormente, cuando si un conservador se atrevía a hablar con un liberal era excomulgado por serle infiel a su doctrina.
Es muy importante hablar del manejo de imagen que se hizo entre partidos. Cuando se firmó el pacto, el dirigente liberal y su homólogo del partido conservador aparecieron, de la noche a la mañana como los mejores amigos y los mejores cristianos por haber dejado atrás los pasados rencores, pero el que realmente se desangró fue el pueblo . Por más que hubiera existido un pacto de no agresión entre dirigentes y políticos de uno y otro partido, quienes fueron inducidos a la guerra que desató el período de la violencia no firmaron un pacto, habían sido las verdaderas víctimas y los rencores seguían existiendo. Por este motivo no es raro ver cómo los ancianos y las personas a las cuales les tocó vivir la violencia llaman a los conservadores "godos", y siguen guiándose por los colores para elegir a sus representantes . Todo fue imagen .
No hubo una comunicación real, y eso se refleja en todas las consecuencias que este período trajo para la vida política y democrática de nuestro país; pues en la comunicación hay una regla y es que, para que exista comunicación debe haber confianza y credibilidad entre los interlocutores
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